Retos y soluciones en la digitalización de organismos del Estado en Chile.
Chile ha estado digitalizando sus organismos estatales, un desafío gigantesco con el objetivo de transformar la forma en que el Estado funciona y presta servicios a los ciudadanos. Pero, como cualquier transformación profunda, esta no ha estado libre de obstáculos.
Imagina una maquinaria muy compleja, en la que cada engranaje representa un departamento gubernamental; de repente, esos engranajes se intentan cambiar por piezas nuevas y mejoradas. El problema es que las piezas no encajan con las antiguas o, lo que es peor, los operadores de la maquinaria no creen que esas nuevas piezas sean realmente mejores.
Este artículo elabora los principales desafíos técnicos, administrativos y políticos que los organismos del Estado en Chile enfrentan en su proceso de digitalización, y esboza algunas soluciones prácticas, humanas y adaptables que podrían ayudar a allanar el camino hacia un Estado más eficiente y transparente en el futuro.
Desafíos técnicos
1. Infraestructura tecnológica obsoleta
Uno de los mayores desafíos en la era de la digitalización es la infraestructura tecnológica obsoleta. La mayoría de los organismos estatales todavía funcionan con sistemas que se instalaron hace muchos años, y que no están diseñados para interoperar con las tecnologías actuales. Es cómo tratar de conectar un motor de auto clásico en un coche eléctrico; simplemente no funciona.
Una solución clave es la modernización gradual. No se trata de hacer todo de golpe, sino de identificar qué sistemas críticos pueden trasladarse a entornos más flexibles, como la nube. Un ejemplo de esto es el Servicio de Impuestos Internos, que ha comenzado a migrar hacia sistemas más ágiles y escalables, mejorando la atención y el servicio al contribuyente.
2. Interoperabilidad entre sistemas
El siguiente desafío técnico importante es la falta de interoperabilidad entre sistemas. De este modo, no se cumple plenamente con el objetivo de la digitalización, ya que cada departamento trabaja de forma aislada. Es casi como construir un rascacielos en el que cada piso tiene su propio sistema de plomería sin estar conectado con los demás pisos.
Solución: Desarrollar una plataforma nacional de interoperabilidad que permita el intercambio de información de manera segura y eficiente entre los diferentes organismos. Un ejemplo positivo es la Plataforma de Interoperabilidad del Estado (PIE) de ChileAtiende, que agrupa en un solo portal servicios de varios organismos. Ampliar esta plataforma a muchas más entidades del Estado sería un avance significativo.
Desafíos administrativos
1. Resistencia al cambio
La tecnología puede estar lista, pero ¿y las personas?. Uno de los mayores problemas administrativos relacionados con las nuevas tecnologías es la resistencia al cambio. Los funcionarios públicos, que la mayoría de las veces han pasado años acostumbrándose a los procedimientos estándar, verán en las nuevas herramientas digitales a un invasor que viene a complicar su rutina diaria.
Solución: La gestión del cambio es una parte fundamental. No basta con desplegar la tecnología; es necesario impartir capacitación, y que esta sea apropiada por las personas. Por ejemplo, el Instituto Nacional de Estadísticas podría desarrollar una especie de Academia Digital interna, donde los funcionarios sean capacitados en el uso de herramientas digitales y en la adopción de nuevas formas de trabajo.
2. Procesos burocráticos complejos
Cuando una organización opta por digitalizar un proceso, a menudo se da cuenta de que el proceso ya era demasiado complicado en primer lugar. Digitalizar lo que ya es un proceso ineficiente solo agrava la frustración tanto de los funcionarios como de los ciudadanos.
Solución: Simplificar antes de digitalizar. Por ejemplo, el Registro Civil podría repensar cómo se emiten los certificados, asegurándose de que no haya redundancia en la secuencia de acciones, y la digitalización será un proceso inmediato y eficaz.
Desafíos políticos
1. Falta de continuidad en las políticas digitales
Este ha sido uno de los principales obstáculos políticos, ya que la mayoría de las veces no ha habido continuidad en estas políticas. La mayoría de las veces, los proyectos clave se interrumpen o se quedan atascados en algún punto durante los ciclos políticos, lo que hace que solo se implemente parcialmente un gran avance potencial en la transformación de la administración pública.
Solución: A largo plazo, Chile necesita una Agenda Digital de Estado respaldada por un marco legal que garantice la continuidad de sus proyectos, independientemente del tipo de gobierno que asuma el poder. Una Ley de Transformación Digital del Estado garantizaría que los proyectos fundamentales no queden a merced de decisiones políticas a corto plazo.
2. Presupuesto limitado
Implementar soluciones digitales a nivel estatal es caro y, la mayoría de las veces, el presupuesto asignado nunca es suficiente. ¿Cómo avanzar sin los fondos necesarios?
Solución: Una opción más innovadora es el uso de asociaciones público-privadas (APP) para la implementación de iniciativas digitales. Un ejemplo concreto y plausible sería una aplicación para desarrollar una plataforma nacional de telemedicina, donde el Ministerio de Salud y las empresas tecnológicas compartan costos y conocimientos.
Herramientas tecnológicas clave
El proceso de digitalización requiere de las herramientas adecuadas. Algunas tecnologías clave para avanzar en la digitalización de los organismos públicos chilenos incluyen:
- Plataformas de desarrollo Low-Code: Estas plataformas permiten a los ministerios desarrollar aplicaciones rápidamente sin la necesidad de un gran equipo de desarrollo. Por ejemplo, la Microsoft Power Platform se utilizaría para desarrollar aplicaciones de gestión de recursos en los ministerios.
- Plataformas de denuncias ciudadanas: En el marco de la digitalización de los servicios públicos, las plataformas de denuncias ciudadanas han cobrado gran relevancia. Un ejemplo destacado es la solución ofrecida por Applicatta, la cual ha sido implementada con éxito en varios Gobiernos Regionales y municipios en Chile, permitiendo a los ciudadanos realizar denuncias de manera rápida y eficiente.
- Blockchain para la trazabilidad: Las soluciones basadas en blockchain ofrecen una forma segura y confiable de manejar licitaciones públicas, garantizando la trazabilidad y la transparencia de los contratos. Un ejemplo sería implementar un sistema de trazabilidad para las licitaciones públicas mediante Hyperledger Fabric.
- Firma y documentos electrónicos: La digitalización de procesos en el sector público y privado requiere soluciones avanzadas de firma y gestión de documentos electrónicos. Solem y Agile, ambas empresas socias del Valparaíso Digital Hub, ofrecen herramientas de alta calidad que facilitan la gestión documental digital en diversos organismos públicos y privados. Estas soluciones no solo permiten la firma electrónica de documentos de manera segura y conforme a las normativas legales, sino que también optimizan los flujos de trabajo administrativos, reduciendo tiempos de espera y mejorando la eficiencia operativa.
De hecho, firma.gob.cl es una plataforma desarrollada por Agile, contratada por el Gobierno de Chile y disponibilizada a todos los servicios públicos.
- Identificación digital: La validación de identidad digital es un componente crucial para el desarrollo de servicios públicos y privados seguros y eficientes. Neosoltec, empresa socia del Hub, ofrece soluciones avanzadas de identificación digital que permiten la validación de identidad utilizando documentos oficiales como la cédula de identidad y el pasaporte. Estas herramientas son clave para agilizar procesos en áreas como la banca, el gobierno y el comercio electrónico, garantizando la autenticidad de los usuarios y reduciendo el riesgo de fraude.
Conclusiones
La transformación digital de los organismos del Estado en Chile no solo es necesaria, sino una gran oportunidad que permitirá al país mejorar la eficiencia, la transparencia y la calidad de los servicios públicos. Sin embargo, es un cambio radical como cualquier otro y, por lo tanto, debe abordarse con una visión clara de los desafíos técnicos, administrativos y políticos, y soluciones prácticas.
Los responsables de las políticas deben asegurar la integración armoniosa de la tecnología en uso con los procesos actuales, la preparación y capacitación de las personas para su adopción, y la sostenibilidad de los proyectos a largo plazo, que no se vean desconectados de los cambios políticos.
Chile tiene una posición única para liderar esta transformación digital en América Latina. Si se abordan estos desafíos con determinación y estrategia, los beneficios serán tangibles para todos los ciudadanos.